Una experiencia de esfuerzo y gratitud: Jorge Prados, alumno en prácticas de Integración Social
En primer lugar, quiero mostrar mi enorme agradecimiento a todo el equipo que forma la Asociación Estrella Azahara por hacerme ver día a día, lo mucho que se esfuerzan para poder llegar a cada uno de los objetivos que se proponen, para que muchas personas del barrio de Palmeras, puedan tener la mejor atención educativa y personal posible.
Soy estudiante del Ciclo Formativo Superior de Integración Social en el CES Ramón y Cajal de Córdoba, y recuerdo el día en el que me asignaron el lugar dónde iba a desarrollar mis prácticas académicas: una asociación ubicada en el barrio de Las Palmeras. Pese a haber tenido experiencia trabajando en barrios de exclusión social, mi reacción fue algo extraña por no saber a lo que me enfrentaba, nervioso ante lo nuevo y desconocido, por la duda de qué me iba a encontrar... Estaba acostumbrado a un tipo de contexto, pero tenía la sensación de volver acostumbrarme a otro totalmente nuevo para mí. Pero eso no impidió que mis ganas de querer continuar aprendiendo estuvieran por encima del “miedo" a lo desconocido, pues aumentaban las ganas de conocer y ayudar, en la medida de lo posible, a todos/as aquellos/as pequeños/as y familias que se cruzaban en mi camino.
Durante el transcurso de los días dentro de la entidad, fui descubriendo que los menores con los que trataba a diario no sólo necesitan un apoyo en lo educativo, sino también pautas de conducta, comportamiento y apoyo emocional. Me resultó complicado detectar estas necesidades por la dificultad de gestionar la forma en las transmiten, pero he podido experimentar que, con esfuerzo, todo se va consiguiendo. He podido observar que cada uno de ellos son una bomba de explosión, que presentan dificultades en la gestión de emociones, desde los más pequeños en los turnos de la educadora Carmen, hasta los más grandes en la tutoría de Charo, pasando por los medianos de los educadores Eloy e Irene. Cada niño/a me ha enseñado a no interpretar ni juzgar sus situaciones personales. Cada uno de ellos se forma por experiencias, por situaciones vividas y por una misma ilusión, como es, la edad, su inocencia.
Cabe destacar que la cercanía y el respeto con la que tratan es el punto fuerte de este maravilloso equipo, junto con el gran esfuerzo del voluntariado y de las personas que estamos de prácticas. Van todos a una, si alguien "cae", el resto le ayuda a "levantarse" una y otra vez, son el claro ejemplo de que la unión hace la fuerza.
Estrella Azahara con su obra socioeducativa me ha brindado la oportunidad de realizar mi periodo de prácticas, enseñandome el trabajo en cada ámbito, permitiendome la supleración díaria, sitiendome comprendido en cada momento momento y han sacado lo más positivo de mí. Trabajar en este equipo ha sido mucho más que unas prácticas, me he sentido incluido desde el primer momento, como si de una segunda fmailia se tratase, y estaré eternamente agradecido. Gracias por ser un desahogo en muchos momentos y apostar por mí siempre. Gracias por esta oportunidad.
