Comienza el Tricentenario de la muerte de San Juan Bautista de La Salle

Este año queremos aprovechar que hace 300 años que falleció nuestro fundador, San Juan Bautista de La Salle, para rendir un homenaje a su persona y a su obra en vida, y para recordar el valioso regalo que nos dejó en forma de comunidad fraterna, un estilo de educación, valores con los que saborear la vida y la entrega solidaria a los que más lo necesitan. Este año conmemorativo es una magnífica ocasión para ahondar y afinar la mirada en la contemplación del itinerario personal de quien descubrió en la educación la llamada personal que el Evangelio de Jesús de Nazaret le dirigía y también, para seguir enriqueciendo su herencia con la energía que genera la creatividad fraterna, compartida y comprometida con la educación, en especial con los que más lo necesitan. Hoy, nosotros somos La Salle. Sus principios y orientaciones nos dan fuerza para afrontar, desde el ahora, un futuro por construir “juntos y por asociación”: educadores, familias, niños y niñas, asociados y Hermanos. Somos la Salle y los 300 años pasados, desde su muerte nos dan vida para que su semilla sembrada en nosotros siga creciendo y colabore con la construcción de un mundo más justo y humano.