Entrevista a Leonor Pineda, Voluntaria en Estrella Azahara
En nuestra asociación nos sentimos afortunados de contar con personas que dedican parte de su tiempo a ofrecer su ayuda a tantos niños y niñas que asisten al centro. A continuación os presentamos a Leonor Pineda, voluntaria en Estrella Azahara. Leonor tiene 27 años, es opositora a judicatura y entre sus aficiones se encuentran el cine, la lectura, música, baile... En la siguiente entrevista podemos conocer más cosas sobre nuestra voluntaria ⤵️⤵️
• Has participado este verano con la asociación Estrella Azahara en el apoyo escolar. Cuéntanos por qué te decantaste por esta entidad:
En la sesión informativa que organizó la Plataforma de Voluntariado de cara a las actividades de verano, me interesé por una serie de asociaciones, la mayoría relacionadas con los niños, pues siempre me han encantado.
Se pusieron en contacto conmigo dos de ellas y tras entrevistarme con los coordinadores de ambas me decanté por Estrella Azahara, porque tuve la sensación de que encajaría mejor allí. Es una asociación que realiza actividades de intervención social, orientación familiar y laboral, y de ocio y tiempo libre con personas en riesgo de exclusión, en la barriada de Las Pal-meras. Me gustó mucho el cole, la buena organización, los valores y el ambiente que se respiraba entre los educadores y monitores, los padres, los niños…
• Háblanos sobre las tareas que has realizado durante tu voluntariado:
Durante el mes de julio estaba funcionando la Escuela de Verano, con múltiples actividades educativas y de ocio. Yo iba dos horas a la semana, los miércoles por la mañana, a la actividad de refuerzo educativo. Se trataba de apoyar y ayudar a los niños que tenían asignaturas pendientes para septiembre. En mi ca-so, me asignaron con los más mayores (de segundo a cuarto de la ESO). Cada uno se ponía con sus asignaturas y se trataba de ayudar al que lo necesitase, estimularlos para aprovechar el tiempo y no dispersarse...
Antes de la actividad, solía haber un teatrillo o reflexión sobre valores organizado por jóvenes voluntarios y de campos de trabajo de otros lugares de España.
• Aunque solo has estado haciendo voluntariado en el verano, ¿qué balance haces de la actividad?
El balance es positivo, sin duda. No hay nada más gratificante que emplear nuestro tiempo en ayudar a los demás, en la medida de nuestras posibilidades. Pero es que, además, sueles recibir más de lo que das. Los niños (a su manera, porque los mayores están en una edad difícil) te devuelven el cariño multiplicado y, además, con sus ocurrencias y comentarios, te ríes bastante. Y el equipo educativo no podía ser más amable y agradecido.
• ¿Qué has aprendido de esta experiencia?
De esta experiencia me llevo el enriquecimiento que da tratar con personas de realidades distintas a la tuya, la alegría de sentirte un poco más útil poniendo tus conocimientos y tu tiempo al servicio de los demás y también una oportunidad de crecimiento y superación personal.
En mi caso, me ha permitido ser menos cuadriculada y más flexible, abrir la mente, desconectar y sentirme menos vacía (oposito a judicatura y llevo años de rutina dura y absorbente) y también trabajar el poner límites y aprender a poner-me firme y seria cuando sea necesario, que siempre me ha costado.
• ¿Qué le dirías a una persona que esté pensando en hacer voluntariado?
Que no dude más y se decida a hacerlo. Que se informe de las asociaciones y actividades para elegir una en la que se sienta útil y a gusto. Hay muchísimas posibilidades.
A veces nos cuesta dar el paso de comprometernos, sacar tiempo en nuestro día a día, pero merece la pena. Es un intercambio precioso, en que das un poco de ti, de tu tiempo, tu cariño y tus habilidades y recibes mu-cho.
Te sientes útil ayudando a los de-más y sales de allí más feliz. ¿No hemos venido al mundo precisa-mente para esas dos cosas?
