Campo de trabajo de La Salle Bilbao en Estrella Azahara.

Durante este mes tiene lugar la escuela de verano en la

asociación y los chicos y chicas que nos han acompañado como voluntarios durante las dos primeras semanas se han divertido mucho con nosotros. Han sido dos semanas intensas, repletas de actividades y de emociones constantes tanto por parte de los monitores como de los niños y niñas que acuden cada día con nosotros.

Algunos días en la escuela de verano, ha habido tiempo de repaso, refuerzo y estudio para que todos los participantes puedan ir bien preparados a las recuperaciones de septiembre y al curso que viene.

Pero, no ha sido todo trabajar, sino que también se ha gozado de muchas actividades y juegos. Todos los asistentes han compartido dinámicas con los compañeros/as, ha mostrado sus dotes cantando, bailando, pintando, formando puzzles...

Y también han pasado algunos momentos reflexionando sobre diferentes aspectos de la vida y aprendiendo la importancia de los valores.

Por otro lado, se han llevado a cabo muchas manualidades como la construcción de cohetes espaciales, disfraces, elaboración de objetos de arcilla.

Después de tanta actividad, se han agradecido los momentos de relajación a través de la reflexión, de la música o del deporte. Momentos en los que los jóvenes han salido a pasear y en los que los chicos y chicas junto con educadores, monitores y algunos familiares han podido disfrutar de un estupendo día de playa y ser partícipes de una divertida gymkana acuática en el colegio de La Salle Córdoba.

Esto no es todo, sino que la labor educativa de los voluntarios/as continúa por las tardes y noches compartiendo su tiempo libre con los menores en los alrededores de la asociación. El grupo de jóvenes de Bilbao, además de llevar a cabo su dinámica interna, han podido desarrollar algunas actividades de ocio: durante el fin de semana fueron a conocer algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad y a pasear por las calles de Córdoba, y pasaron un día en el parque acuático "Aquapark".

Han sido dos semanas en las que todos han aportado su granito de arena, hemos ayudado y nos hemos dejado ayudar. Doce días viviendo "una experiencia de lo más gratificante y que recordarán para siempre".